Acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible
[In English] Luego de un proceso participativo con organizaciones miembro de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), APC y el Instituto Latinoamericano de Terraformación escribimos un aporte conjunto para el nuevo proceso de gobernanza digital de la ONU: el Pacto Digital Global (CDG) donde destacamos los impactos socioambientales de la digitalización. Además, en base a ese documento, el 14 de junio de 2023 realizamos una presentación de tres minutos en el “GDC Thematic Deep-Dive on Accelerating Progress on the Sustainable Development Goals (SDGs)”, donde los Estados, el sector privado y la sociedad civil compartieron sus perspectivas. Esta fue nuestra intervención:
El siglo XXI está marcado por dos grandes procesos: la crisis climática y ecológica y la rápida digitalización del planeta.
Alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible no sólo puede significar centrarse en las posibilidades positivas de la digitalización, sino también tomarse en serio las repercusiones socioambientales de las tecnologías digitales para no poner en peligro los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como “ciudades y comunidades sostenibles”, “consumo y producción responsables”, “acción por el clima” y “vida en la tierra”.
El dominio de la lógica económica tecno-capitalista en los desarrollos tecnológicos públicos y privados se caracteriza, principalmente, por una dependencia cada vez mayor de grandes cantidades de datos y recursos en crecimiento infinito, que a menudo también están orientados a producir “perfiles de clientes” para impulsar un consumo cada vez mayor.
Esta lógica ha tenido claras repercusiones en los derechos humanos -especialmente en el Sur Global- y en la sostenibilidad de la digitalización a lo largo de sus ciclos de vida: desde la enorme necesidad de recursos naturales requeridos para la fabricación de infraestructuras digitales, incluyendo la creciente explotación de minerales y el uso de enormes cantidades de agua dulce, hasta la creciente demanda de energía y su producción de huella de carbono, así como su constante despliegue de residuos tóxicos impulsados por la obsolescencia programada de la industria.
Además, los sistemas tecnológicos gestionados por empresas o gobiernos tienen cada vez más poder en la sociedad; sin embargo, la participación de la población en su toma de decisiones, especialmente de las comunidades más afectadas por los impactos socioambientales de sus infraestructuras, es escasa.
Debido a estos retos, deben considerarse al menos dos principios y compromisos entre las partes interesadas:
Uno: Los desarrollos digitales deben respetar los límites planetarios.
La digitalización debe desarrollarse y prosperar sin amenazar su ecosistema ni sacrificar la integridad de la biósfera y respetando la diversidad y pluralidad de culturas y comunidades de los territorios donde se despliegan, material o digitalmente, las tecnologías digitales.
Y dos: El acceso a la justicia ambiental es un objetivo fundamental de la gobernanza digital a través del fortalecimiento de los derechos colectivos y ambientales y de procesos de participación significativos y más amplios.
La gobernanza digital debe reforzar los derechos ambientales y colectivos para que los desarrollos digitales no vulneren el derecho a un ambiente limpio, saludable y sostenible. Además, las desigualdades sociales y ambientales deben estar en el centro de la acción de la gobernanza digital, ya que la única manera de contrarrestar la crisis climática y ecológica es trabajar contra ellas y sus diferentes manifestaciones.
Gracias,